I.-Introducción
El
derecho en la escuela, está representado por las normas de convivencia escolar.
Hay que tener en cuenta que en muchos ámbitos la expresión convivencia escolar
se está utilizando en reemplazo del término “disciplina”, a pesar que muchos
autores expresan que existen fuertes diferencias entre controlar la disciplina
y enseñar a convivir.
El
derecho en la escuela también está en búsqueda de la democratización de la
institución escolar. La creación de Consejos de Convivencia y/o Consejos
Escolares, se formalizan para alcanzar nuevos modos de convivencia más
democráticos que involucren a toda la institución educativa.
Si
tenemos en cuenta que hoy existe una
deslegitimación del derecho, y por ende de las instituciones que han sido
creadas y formadas por las normas; al mismo tiempo que consideramos que la
convivencia social y la convivencia escolar son trayectos de interacciones
inseparables; llegaremos indudablemente a la conclusión que trabajando en la
convivencia escolar, nuestros logros se proyectaran a la sociedad.
Es
por esto que en su convivencia cotidiana la escuela debe formar a los sujetos
de la comunidad educativa en una cultura democrática, persiguiendo fines de vivencia
cotidiana basados en la dignidad de todas las personas, el valor de la
justicia, la cultura de paz, la no discriminación, la inclusión social y la
cooperación en la diversidad.
Se
hace necesario repasar los roles que han ocupado los principales sujetos de la Comunidad Educativa,
especialmente docentes, padres y alumnos, hasta ahora y el lugar que deben
ocupar en la nueva escuela.
II.-Los
Docentes
Es
el docente el sujeto de la educación que tenía el rol de ejercer el orden y la
disciplina escolar, pero al mismo tiempo debía someterse a la cadena de
autoridad que el sistema educativo le imponía obedecer. Es decir las normas
estaban impuestas por un órgano superior al docente, que sin participación
alguna, debía acatar conjuntamente con el resto de la comunidad educativa.
Hoy
la legitimación del derecho en la escuela exige que las normas de convivencia tengan
su base en la democratización y, por lo tanto, en la participación de toda la
institución escolar en la elaboración y aceptación de la normativa que la
regirán. Es por ello que el docente ya no es un simple ejecutor del reglamento
del sistema educativo, sino que en la nueva escuela tiene la posibilidad no
solo de opinar sino también de disentir, y de acordar las normas que lo van a
regir.
III.-Los
padres
Es
común en la actualidad escuchar a los docentes renegar por la desautorización
que reciben de las familias, ya que existen criterios diferentes entre familia
y escuela respecto a las normas disciplinarias. Al reemplazar la concepción de
disciplina por normas de convivencia, dando lugar a los padres, en una
participación que antes no existía, en
la elaboración y aceptación de esta normativa, esta implicando un cambio de
concepción que transforma a la escuela, legitima las normas y crea una nueva
visión de convivencia social y cultural.
El
espíritu de las reglas hasta hoy era preventivo, permitía el control de los
alumnos a través del miedo, en cambio la normas de convivencia deben ser
consensuadas y aceptadas y deben estar basadas en valores universales como la
tolerancia, la solidaridad, la cooperación, el respeto a los derechos humanos y
las libertades fundamentales y dirigidas a la formación de una ciudadanía
responsable en los valores de la paz.
IV.-Los
alumnos
Hasta
ahora el alumno era considerado como un ser dependiente del adulto he incapaz
de tomar decisiones autónomas, limitándolo a un rol pasivo que consista en la
capacidad de permanecer en silencio, quieto y limitándose a acatar consignas
impuestas.
Hoy
el alumno es considerado sujeto del derecho, y como tal un ser activo, que debe
ser escuchado y considerado en sus manifestaciones, debe participar -conjuntamente
con los integrantes de la comunidad educativa- en la conformación de las normas
de convivencia, las que debe elaborar y conocer, para acatarlas e integrarlas a
su vida como un bien que sirve para garantizar la equidad entre las personas.
El
alumno en el nuevo derecho escolar debe priorizar las actitudes de respeto y
tolerancia en un clima de armonía y reflexión entre todos, las normas de
convivencia tienen como principio rector el cumplimiento de las pautas de
conducta, aun sin la presencia directa de los docentes.
Además
el alumno debe participar en la integración de los Consejos de Convivencia o
Consejos Escolares, donde tendrá igualdad de derechos para la definición de los
códigos de convivencia de su escuela como así también se valorizará su opinión
acerca de que sanción se habrá de aplicar ante determinada falta de
cumplimiento de las normas de convivencia vigentes.
V.-Conclusión
En
definitiva la disciplina se convierte en un asunto, no de castigo por los
errores cometidos, sino en un asunto de mantenimiento del eje institucional por
medio del empleo del derecho concebido en normas de convivencias elaboradas y
aceptadas por la comunidad educativa toda y controlada con la participación de
todos los sectores involucrados en la vida cotidiana de la escuela.
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