sábado, 14 de mayo de 2016

EL DERECHO EDUCATIVO ORGANIZA A LA ESCUELA COMO INSTITUCIÓN SOCIAL.




Podríamos empezar por decir que: “El espacio de la escuela, es uno de los más importantes en la formación de niños, niñas y adolescentes; es, junto con el familiar, fundamental para la socialización y aprendizaje; es donde se debe educar para una vida en democracia. La escuela está llamada a cumplir este rol, es un lugar privilegiado para aprender no sólo conceptos esenciales sobre derechos y deberes, sino la manera de ejercerlos”.

Como es evidente, la escuela como institución social desempeña un papel de gran trascendencia: la escuela posee las normas y a la vez es obligación de ésta velar por los derechos de los educandos, trabajando en la clase de forma lúdica para lograr que los estudiantes reconozcan y reclamen sus derechos.

La escuela debe basarse en la construcción de las habilidades y virtudes de la democracia entre los sujetos participantes de una sociedad que generan normas de convivencia, logrando construir el concepto de formación ciudadana.

Entendiendo este concepto como una práctica social que tiende a la participación y cooperación de los actores educativos: Y es la sociedad el medio apropiado para que ellos empiecen a apropiarse de cada uno de sus derechos y a su vez la comunidad educativa se constituya en un ámbito escolar, donde se regulan las acciones de todos sus miembros. De esta forma, se podrá resolver los conflictos de manera pacífica por medio del diálogo, la cooperación, la ayuda mutua y la solidaridad.

En este orden de ideas, la escuela es la responsable de la educación del ciudadano, en la que debe orientarse a formar subjetividades democráticas y a fortalecer los espacios escolares, desarrollando en los educandos autonomía y juicio político que permita la participación activa tanto en la comunidad escolar como en otros escenarios.

Entonces, la escuela como institución social permite no sólo la adquisición de los conocimientos esenciales sobre la sociedad y la mejor forma de participar en ella (aprender a vivir consigo mismo, con los demás y con la naturaleza), sino que exige también la adquisición de aquellos conocimientos y estrategias de transformación, de conducirse por nuevos valores, socialmente construidos, que respondan con creatividad a las nuevas problemáticas planteadas en el presente y en el futuro.

Según lo anterior, los sujetos utilizan los conocimientos adquiridos en la escuela de forma crítica, reflexiva y creativa para transformar su entorno, logrando mejorar la sociedad, enfrentando problemas, situaciones y garantizando la participación y la convivencia armónica.